25 de marzo de 2011

Hoy contemplare los sellos del AMOR de Dios

Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.  Santiago 1:17 El verdadero amor es como una gema de muchas facetas, cortada y pulida para irradiar el esplendor de Dios en cada situación imaginable y desde un sinnúmero de ángulos diferentes. El amor de Dios es una variable constante, como un cálido clima tropical. No es generado por nosotros en lo absoluto; simplemente es, y siempre es como es.

Un turista que aterriza en Hawái no espera afectar el clima; el turista sólo planea disfrutarlo. El amor de Dios es una condición similar que prevalece así. Porque nos ama, y porque siempre es el mismo (Santiago 1:17).
Dios siempre es constante en la forma de actuar hacia nosotros y en lo que piensa de nosotros. El amor siempre se expresa con acciones. Así que, ¿cómo se porta Dios con nosotros por el amor que nos tiene?
¿Cómo debemos esperar que responda un Dios amoroso, en contra- posición a un Dios sin amor? ¿Cuál es Su disposición hacia nosotros? ¿Qué modales tendrá al tratar contigo durante toda tu vida?
Primera de Corintios 13:4-7, uno de los pasajes más bien conocidos de la Biblia, habla acerca de la verdadera naturaleza del amor ágape. Al ampliar las palabras individuales que se utilizan en estos versículos para definir el amor, podemos llegar a tener una imagen más completa de cuán magnífico es el amor del Señor para cada uno de nosotros.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7
El amor que te tiene Dios siempre es:
1. Paciente (indulgente, no de mal genio) A Dios le importamos y pacientemente sigue cuidándonos durante todos nuestros años.
Él desiste (se abstiene) de hacernos pagar las consecuencias justas que nos merecemos por nuestro comportamiento. Cuando estamos seguros de que “ahora sí metimos la pata”, y que “la vamos a pagar,” Dios continuará sorprendiéndonos con Su misericordia. Incluso hasta cuando se nos acaba la paciencia con nosotros mismos. Él sigue teniéndonos mucha paciencia.
2. Bondadoso (provechosamente útil, no fuera de la realidad de nuestras vidas) Dios siempre piensa en lo que más nos beneficiaría en cada situación, y adapta Sus actividades para sernos de provecho en muchas formas muy prácticas.
Hoy puedo ver los sellos que caracterizan el amor de Dios.
Señor, Gracias por mostrarme todas las facetas de tu amor inmenso. Hoy quiero sumergirme en ese amor. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute tu diario vivir.

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