9 de octubre de 2009

SEÑOR AGRADEZCO


Amado Señor:

 

Te agradezco por este día.  Te agradezco porque puedo ver y oír esta mañana.  Estoy bendecido porque eres un Dios que perdona y un Dios que comprende.  Haz hecho tanto por mí y te mantienes bendiciéndome.

Perdóname en este día por todo lo que he hecho, dicho o pensado que no es agradable a Ti  Te pido ahora tu perdon.

 

Por favor, mantenme seguro ante todos los daños y peligros.

Ayúdame a empezar este día con una nueva actitud plena de gratitud.  Déjame hacer lo mejor de cada día para limpiar mi mente para así poder escucharte.

 

Por favor amplia mi mente para que pueda aceptar todas las cosas.  Permíteme no lloriquear ni gimotear sobre cosas sobre las que no tengo control.  Permíteme continuar viendo el pecado a través de los ojos de Dios y admitirlo como el mal.

 

Y cuando yo peco, permíteme arrepentirme, y confesar con mi boca mis malas acciones, y recibir tu perdón.

 

Y cuando este mundo se cierra contra mí, déjame recordar el ejemplo de Jesús, de escurrirse lejos y encontrar un lugar tranquilo en donde orar.  Esta es la mejor respuesta cuando soy empujado más allá de mis límites.  Sé que cuando no puedo orar, Tú escuchas a mi corazón. 

 

Continúa usándome para hacer Tu voluntad.

Continúa bendiciéndome para que yo pueda ser una bendición para otros.

Mantenme fuerte para que yo pueda ayudar al débil.  Mantenme elevado para que pueda tener palabras de aliento para otros.  Yo rezo por esos que están perdidos y no pueden encontrar su camino.

 

Oro por aquellos que son mal juzgados y mal entendidos, por aquellos quienes no te conocen íntimamente,  por aquellos que retardaran esto sin compartirlo con otros,  por aquellos que no creen.  Pero te agradezco que yo crea. Creo que Dios cambia a la gente y Dios cambia a las cosas.  Oro por todos mis hermanos y hermanas.  Por cada miembro de familia en sus casas.

 

Oro por la paz, el amor y el gozo en sus hogares, que cada ojo que lea esto sepa que no hay problema, circunstancia, o situación más grande que Dios.

Cada batalla está en Tus manos para que la pelees.  Yo oro que estas palabras sean recibidas en los corazones de cada ojo que las vea y en cada boca que las confiese con gusto.

 

Esta es mi plegaria.  En el Nombre de Jesús, Amen.

 

 

No hay comentarios: